Se acercan las bajas temperaturas y con ellas la época de manta, calefacción y las tardes frías de invierno. Durante los últimos años, y especialmente durante estos últimos meses debido a la coyuntura actual, el consumo y el coste de la energía ha aumentado significativamente.
Según los datos del reciente estudio de Kingfisher, casi el 75% de los hogares del Reino Unido y Francia son energéticamente ineficientes, traduciéndose en facturas elevadas y un alto nivel de emisiones de carbono. Aun así, nos encontramos ante un consumidor exigente con un auge en la demanda de productos sostenibles que les ayude a reducir su consumo de energía.
Por este motivo, es necesario conocer cómo podemos cambiar los hábitos de consumo a nivel doméstico y, poco a poco, ir mejorando los sistemas e instalaciones de la casa para ahorrar tanto energía como costes, aumentando así la calidad, el confort y la eficiencia en el hogar. Nueve de cada diez personas están buscando formas de reducir su consumo energético, datos que certifican la necesidad de poner al alcance del consumidor una oferta de productos innovadores y sostenibles.
En este sentido, expertos de Brico Depôt indican que el consumidor puede contribuir a la eficiencia energética de un modo sencillo y práctico, manteniendo una temperatura idónea en el hogar, reduciendo hasta en un 50% el ahorro energético anual siguiendo estos pasos:
- Iluminación LED, la más sostenible del mercado
Es importante disponer de iluminación LED, ya que ofrece una doble rentabilidad, un menor gasto energético, y dispone de hasta 25.000 horas de vida útil sin reemplazarlas durante años. Así, con la instalación de este tipo de iluminación, reducirás gastos en tu factura de la luz, pero también ganarás hasta un 80% de ahorro en tu consumo.
- La calefacción por emisores térmicos
Los emisores térmicos realizan un gasto menor que otros sistemas de calefacción eléctrica por su inercia térmica, es decir, porque son eficientes al mantener el calor durante más tiempo que los sistemas eléctricos convencionales. Además, necesitan un 30% menos de potencia, y, por tanto, de consumo.
- Aislamientos térmicos
Según la Secretaría General de Energía, un buen aislamiento puede reducir hasta en un 50% el gasto de energía anual. Así, proteger las paredes con paneles de lana mineral, roca y xps, además de proporcionar aislamiento térmico y acústico, aportarán un toque decorativo a la estancia.
- Doble acristalamiento
Las ventanas son los lugares de la casa por donde se pierde la mayor parte del calor que acumulamos a través de las calefacciones o chimeneas o la temperatura lograda con nuestros aparatos de aire acondicionados en verano. La prueba la encontraremos en la temperatura de sus aledaños y en la del propio cristal.
Las filtraciones más frecuentes son las de la puerta de entrada, las cajas de las persianas y los marcos de las ventanas. Para evitarlo, una de las soluciones es instalar ventanas con doble cristal. Gracias al PVC y al doble acristalamiento, la hermeticidad del hogar aumentará y, además, se oirá menos ruido y hará menos frío dentro del domicilio. Con esto, podrás economizar hasta un 30% en tu consumo.
- Aislar las puertas
Como exponíamos en el anterior punto, las puertas también son objeto de filtraciones del frío. De esta manera, las puertas aislantes con un sellado adecuado disminuirán la pérdida de calor a través de la hoja y, además, aumentarán la eficiencia térmica, suponiendo hasta un 35% de ahorro.
- El calor en el hogar
Para aprovechar al máximo el combustible y generar unas emisiones mínimas, es recomendable instalar estufas de leña o de pellet. Por una parte, la estufa de leña ofrece un mayor rendimiento a menor consumo, y aprovecha el calor del humo de combustión. Por otra parte, la estufa de pellet se autorregula, no contamina y, además, el combustible es más barato. Esto te permitirá economizar hasta un 40% en combustible y en gasto.